Los proveedores de servicio se interesan en conocer cuáles son aquellos elementos que son importantes para sus clientes (internos y externos). Podríamos decir que la calidad en el servicio, el precio o bien la calidad de los productos.
Para las empresas proveedoras de servicios es una realidad que sus clientes dan prioridad a la calidad en el servicio. Pero ¿cómo entender lo qué es un servicio de calidad?
Las 5 dimensiones son:
• Elementos tangibles: instalaciones, equipo, personal y materiales de comunicación.
• Fiabilidad: habilidad de realizar el servicio en el tiempo prometido, bien y a la primera.
• Capacidad de respuesta: disposición de ayudar a los clientes de una manera rápida.
• Seguridad: conocimientos técnicos necesarios para asistir al cliente y ganar su confianza y credibilidad.
• Empatía: atención individualizada que vela por los intereses de los clientes.
Las dimensiones no tienen la misma importancia.
Todas las dimensiones son importantes para el cliente, pero hay algunas que tienen mayor prioridad.
Como proveedores de servicios, debemos conocer esta priorización para evitar invertir tiempo y recursos en dimensiones que quizá no sean tan importantes para nuestros clientes y al mismo tiempo no enfocarnos en una sola y descuidar las demás.
Por otro lado, hablo de la localización:
El primer factor de localización de un producto es, claro está, la lengua.
La traducción del material publicitario, manuales de utilización, programas informáticos, dossieres de marketing, catálogos, es decir, de cualquier comunicación, constituye el elemento clave para entregar un producto verdaderamente localizado en su nuevo mercado. Trátese de un folleto, una página Web, instrucciones de programación, un informe de formación técnica o un eslogan en el lugar de venta, todo debe traducirse y adaptarse perfectamente. Adaptarse de verdad.
De esta manera, la localización asegura la competitividad en los mercados de la exportación, pues la comunicación escrita —particularmente— forma parte integrante del mismo producto.
La traducción del material publicitario, manuales de utilización, programas informáticos, dossieres de marketing, catálogos, es decir, de cualquier comunicación, constituye el elemento clave para entregar un producto verdaderamente localizado en su nuevo mercado. Trátese de un folleto, una página Web, instrucciones de programación, un informe de formación técnica o un eslogan en el lugar de venta, todo debe traducirse y adaptarse perfectamente. Adaptarse de verdad.
De esta manera, la localización asegura la competitividad en los mercados de la exportación, pues la comunicación escrita —particularmente— forma parte integrante del mismo producto.
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